lunes, 6 de mayo de 2013

El himno de los pobres: EL MAGNIFICAT

Como estamos en el mes de mayo, en el mes que celebramos  El día de la Madre, quiero hacer unas reflexiónes sobre el Cántico que Lucas (Lc.1,46-55) pone en boca de María la madre de Jesús.
  • Es un canto en el que nos viene a decir que "Dios ama a los pobres".  Sale de la boca de una mujer; una pobre doncella (Maria) que vive en una aldea perdida, muy pobre (Nazaret) dentro de una zona muy pobre (Galilea), que está en manos del imperio romano.
  • Tiene mucho que ver con otro cántico puesto en boca de otra pobre mujer (Ana -la madre de Samuel-) avergonzada y continuamente humillada por su esterilidad (En aquella época es para lo único que valían las mujeres... ¡y ni para eso servia esta pobre mujer!). Ella reza a Dios diciendole "Si te dignases reparar en la pobreza... de tu sierva..." Maria dice: "Ha posado su mirada sobre la pobreza de su esclava..." 
  • Aquí se pueden ver más frases parecidas

Ana (I Sam.2,1-10)
María (Lc.1,46-55)
Mi corazón salta de júbilo, en Yahvé; Mi alma magnifica al Señor,
mi fuerza se exalta en mi Dios... mi espíritu salta de júbilo en Dios, mi salvador...
No hay Santo como Yahvé... Santo es su nombre...
Cesan su trabajo los hambrientos... A los hambrientos sació de bienes...
El Señor empobrece y enriquece, A los ricos despidió vacíos...
humilla y exalta... y a los humildes exaltó.

  • Las dos mujeres están alegres (La alegría no está reñida con la pobreza)
  • Las dos encuentran el origen de su alegría en Dios. No se atribuyen mérito alguno, ni ninguna gloria; sería contrario a su espíritu de pobreza y de humildad
  • Los signos de la misericordia del Señor que aparecen en ambos cánticos, son la dispersión de los orgullosos y de los potentados en provecho  de la elevación de los pobres, el despido de los ricos despo­jados para saciar a los hambrientos. 
  •  María, la primera cristiana, es también la primera revolucionaria, en el orden nuevo
  • Hablamos de María, pero lo dicho vale para la Iglesia y también para nosotros.
  • La Iglesia, y todos nosotros, cuya modelo es la Virgen, no podemos proclamar la buena nueva de la salvación sin concretar al mismo tiempo el amor de Dios en la defensa de la justicia de los pobres y de los hambrientos
  • la Iglesia es Sierva del Señor, cuando como ella es pobre, cuando su alegría es estar entre las pobres, cuando con ellos busca su liberación
  • Así como María, tampoco la Iglesia puede estar alineada con los ricos, orgullosos, los potentados...  de este mundo

¡La Gloria penetra en el mundo por la puerta de la hu­mildad y de la pobreza!

(Ideas sacadas del libro de Max Thurian. "María, Madre del Señor, figura de la Iglesia")


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